La visita
Si alzado el mediodía colonial
bajo su acerba luz acaso vuelvo a verte
dónde pondré las manos...
Revolviendo lo amargo que hace rato no humea
pisos ajedrezados
desde mi incertidumbre miraré.
Djuna Barnes y Solita Solano |
Un cono de luz donde sentarse a intercambiar tesoros. Te daré lo que encuentro mientras leo, converso con presentes o ausentes, lo que me espabila cuando hago zapping en el tv, o cuando simplemente navego sin rumbo, mientras transcurre la noche afuera y dentro del mundo, que también se llama red.
ME ENCANTA.
ResponderEliminarMUCHASS GRACIAS POR COMPARTIRLO.
BERBEL.
Gracias por leerlo, querida amiga.
Eliminar"¿Dónde pondré las manos?" me gusta mucho este poema breve que dice mucho al bajar la mirada. Un abrazo fraterno siempre.
ResponderEliminarmigdalia
Otro para ti, bien grande.
Eliminarextraordinario poema, gracias por compartirlo, la sutileza es tal que no se puede comentar pues perderia su esencia, Mirna Loy la pesadilla binaria y los pisos ajedrezados danzando y descubriendose a si mismos en su enrarecido esoterismo
ResponderEliminarEs muy propio de ti haber entendido tan agudamente la relación entre los pisos ajedrezados y el esoterismo. No son simplemente bellos, también son un símbolo masónico.
ResponderEliminarVerdad, Isa, q los pisos ajedrezados ademas de bellos son medio hipnoticos
ResponderEliminarCreo que justamente eso era lo que querían los masones, y debe ser por eso que ejercen sobre mí una fascinación inexplicable. Dice Xiomara Nuñez que esa afirmación tuya merece 5 puntos ;)
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